El Vínculo Perfecto

Cuenta el evangelio de Lucas, en el capítulo 11 y desde el versículo 14 que Jesús estaba echando de una persona un demonio mudo, y cuando ese demonio hubo salido, el hombre habló, entonces se armó un lío bárbaro porque algunos religiosos, a quienes no les gustaba nada lo que hacía Jesús, dijeron: “Por beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios”. Así que un demonio te puede dejar sordo y mudo, te puede dejar atado de pies y manos con odio, resentimientos, amargura, entre otras cosas. Tú crees que tienes suficientes razones para estar con resentimiento, para no olvidar ni perdonar, pero la verdad es que un demonio te domina. ¡Un demonio te puede atar de muchas maneras! En este caso había dejado mudo a un hombre, pero Jesús lo hizo libre. ¡Jesús es nuestro libertador! 
La presencia de Dios se va a manifestar en tu vida, y si algún bicho malo te está atando, hoy serás libre. De la misma manera que el mudo fue libre de su mudez, tú puedes ser libre de tu estupidez. ¡Jesús te puede hacer libre de cualquier atadura!

Lo complicado en la historia es que a la gente religiosa le molestaba que Jesús echara fuera demonios, aunque también hay cristianos evangélicos quienes señalan que vemos demonios por todos lados y les molesta si echamos fuera esos espíritus. Pero entonces, Jesús dio una enseñanza a raíz del problema que se armó al liberar a una persona de su mudez.

Jesucristo vino a deshacer las obras del diablo, y una de las armas que utiliza es el amor.

0 comentarios:

Publicar un comentario